La velocidad concreta depende del cable. La mayor parte de las instalaciones domésticas de red usan ethernet de categoría 5e o 6. Si se trata del primero, podrá alcanzar los 2,5gbps. Si es un cable de categoría 6, el límite es más amplio: 5gbps. Obviamente, también necesitarás un router que soporte esas velocidades, pero ahora que el estandar se ha aprobado no pasará mucho tiempo antes de que las tiendas estén llenas de ellos.

Existe la opción de alcanzar unos estratosféricos 10gbps, pero para ello hay que tener instalado cable de categoría 6a o 7, que es más raro de ver a menos que hablemos de instalaciones profesionales. En todos los casos, la longitud máxima a la que se alcanzará esta velocidad sin pérdida es de 100 metros.

El nuevo estándar no te permitirá navegar más rápido por tus páginas web favoritas, pero si mueves muchos archivos grandes en la red de tu hogar a o tu oficina será una bendición poder hacerlo por encima del tradicional gigabit.

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